Pero, cuando nos hacemos mayores, aprendemos que nuestro sistema reproductor no sólo funciona para crear vida, sino también para recibir placer, ya sea expresando el amor que sentimos hacia nuestra pareja, o simplemente pasando un buen momento con alguien a quién hemos conocido tras una noche de fiesta.
La cuestión es que el ser humano, junto con el delfín, son los únicos animales que, gracias a su inteligencia, han evolucionado hasta el punto de realizar el acto sexual con la finalidad de obtener placer, además de procrear.
La mayoría del sexo que se tiene es principalemente por mero placer, de ahí que existan multitud de campañas preventivas acerca del uso de métodos anticonceptivos, con el objetivo de conseguir sexo seguro, y así evitar embarazos no deseados o contagios de ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual).
Además, es un tema que no debería ser tabú, ya que el sexo es la forma más natural que existe para expresar el amor que sentimos hacia una persona, a la vez que nos produce una plena satisfacción, la cual influye en nuestras emociones y estados de ánimo, y como consecuencia en nuestra salud.
Pero, en esta entrada quería compartir con vosotros un punto bastante curioso dentro de este tema, y es: La predisposición de la genética ante la homosexualidad.
Porque me gustaría qué reflexionárais acerca de los puntos de placer o puntos G que posee, tanto le hombre como la mujer en sus zonas erógenas, ya que no tienen sólamente uno, sino un mínimo de dos cada uno. Y los más curioso aún es dónde están situados ambos puntos en cada uno de ellos.
Si nos centramos en la mujer, se puede observar que ella puede obtener un orgasmo:
- A pocos centímetros de la entrada de la vagina, justo en la pared que se encuentra cerca de la vejiga. Además, se puede encontrar fácilmente palpando, ya que es una zona rugosa que tiene una textura parecida al paladar.
- Y en la punta del clítoris, el cual se correspondería con el pene del hombre, ya que ambas estructuras les permiten obtener más placer en la punta que en el resto del miembro.
- En el glande, situado en el extremo del pene, y que es el que todo el mundo conoce.
- Y a pocos centímetros de la entrada del ano, justo en la pared que se encuentra cerca de la próstata, el cual es menos conocido o tiene poco interés para algunas personas.
Es fascinante lo caprichosa que puede ser la genética también en el plano sexual, ya que favorece, no sólo la reproducción, sino también el mero placer tanto con personas de distinto género como del mismo.
Esto también me demuestra, por supuesto, que la homosexualidad ha existido desde siempre en cualquier animal (no sólo es propia del ser humano), y no es una enfermedad o una moda creciente, tal y como defiende la religión al respecto.
A modo de conclusión, me gustaría aclarar la diferencia que existe entre dos conceptos que mucha gente todavía confunde respecto a este tema, generando como consecuencia mucha ignorancia y aversión:
- La Homosexualidad es una orientación o atracción sexual que una persona siente hacia otra persona de su mismo sexo.
- Y la Homofobia es una enfermedad que genera pánico, odio o antipatía obsesiva hacia las personas homosexuales.
"VIVE Y DEJA VIVIR" - Si ya lo decían Timón y Pumba, dos personajes muy sabios y emblemáticos.