martes, 14 de octubre de 2014

10 MITOS SOBRE ANIMALES

Internet es la prueba de que mucha gente ama a los animales, y por eso la mayoría de búsquedas tratan sobre ellos, pero existe tanta información que debemos aprender a distinguir entre lo que es verdad y lo que no. Y un artículo de "ILFSCIENCE!" me ha abierto los ojos ante 10 hechos que todo el mundo piensa que son verdad, y realmente no lo son. Como el artículo está en inglés, lo he adaptado al español para aquellos que todavía no dominan bien el idioma.

1. EL SONIDO DEL PATO NO TIENE ECO.

Este hecho es uno de los más oídos y repetidos por Internet aunque no es cierto para nada, y os diré por qué. Es tan simple como partir de la ley física del sonido. Todo sonido es una vibración que necesita un medio para propagarse; por eso no existe en el espacio pero sí en nuestro planeta, ya que el aire está compuesto por una gran cantidad de pequeñas partículas o moléculas. De esta manera, cuando se genera un sonido o ruido, las moléculas se agitan en todas las direcciones propagando así dicha vibración.

Y el sonido del pato no es un caso especial que viola esa ley, es un sonido como otro cualquiera. Además, el sonido del pato no es único. Existen diferentes especies de patos que producen diferentes sonidos a distintas intensidades, y todos ellos hacen eco.

Sí es verdad que el sonido del pato es un poco débil y lo suelen emitir en espacios abiertos, por eso parece que su sonido no produce eco; pero si metes un pato en un cuarto de baño y hace "cuac" podremos escuchar su eco claramente.

2. LAS ABEJAS MUEREN DESPUÉS DE PICAR.

Parece ser que al ser humano le encanta generalizar y da por hecho que TODAS las abejas solo pican una vez porque después se mueren, pero en realidad solo le ocurre esto a un tipo concreto de abeja. Existen 20.000 especies de abejas en el mundo y sólo se cumple con la "Apis Mellifera" o coloquialmente denominada "Abeja de la Miel".

La clave de este fenómeno radica en el tipo de aguijón. La particularidad de esta abeja es que su aguijón tiene pequeñas púas, y cuando poca se queda clavado en el objetivo junto con la bolsa de veneno, lo que hace que su cuerpo se desgarre y muera en cuestión de minutos. Pero el resto de abejas tienen el aguijón liso, por lo que no se queda clavado y pueden picarte tantas veces como quieran.

Pero es importante destacar que solo les ocurre eso a las abejas de la miel si su objetivo tiene una piel dura (como la de grandes animales), pero cuando se defienden de otros insectos no se queda clavado en ellos, por lo que no mueren y pueden repetir el ataque sin problema.

3. LOS LEMMINGS SON SUICIDAS.

Hoy en día la palabra "lemming" puede referirse a una persona que se une a varios movimientos autodestructivos sin pensar en las consecuencias. Este término ganó fama y poder después de la revelación impactante de que los lemmini, conocidos vulgarmente como lemmings (una especie de roedor que vive en el norte de Asia, América y Europa) cometiesen suicidio saltando desde los acantilados.

El problema de esto es que no es cierto. Se han hecho tantas preguntas acerca de los picos gigantescos de su hábitat y la disminución de la población de los mismos que se dio por hecho dicho comportamiento. Pero realizar un experimento llevado a cabo por los realizadores de Disney, que consistió en tirar una caja de lemmings por un precipicio, solo se descubrió el intento desesperado de los pequeños roedores por volver a subir desesperadamente.

4. NOS TRAGAMOS X NÚMERO DE ARAÑAS AL AÑO MIENTRAS DORMIMOS.

He usado el término x porque dependiendo del lugar se usa un número diferente, lo que ya de entrada nos sugiere que este hecho es falso, así que los aracnofóbicos como yo pueden dormir tranquilos.

Esto no quiere decir que sea completamente imposible tragarse una araña mientras se duerme, sino que no es un suceso común que pase x veces al año. Además, no existe un estudio científico que lo haya investigado. Y si eso todavía no te convence, intenta mirarlo desde la perspectiva de la araña. Nosotros no somos comida, somos un gigante depredador que puede matarlas al instante.

¿Por qué querrían ir directamente al interior de nuestra boca para recibir un buen mordisco? A menos que tu boca tenga un sabor a insecto, no tiene nada que ofrecer a una araña.

5. LOS AVESTRUCES ENTIERRAN SUS CABEZAS EN LA ARENA.

Solamente porque lo hayáis visto en los dibujos animados no significa que sea cierto. De nuevo, intenta mirarlo desde la perspectiva del ave.

Digamos que eres un avestruz. Eres el pájaro más grande del mundo, puedes llegar a pesar hasta 145 kg y puedes correr a 70 km/h.

Puedes crecer hasta 3 metros de alto y tener garras afiladas en los pies. Eres básicamente el descendiente de un velociraptor y ¿No puedes encontrar una manera mejor de defenderte que escondiendo la cabeza debajo de la tierra y esperar a que se solucione el problema?

Lo siento pero eso no ocurre así. Cuando los avestruces están en peligro, simplemente echan a correr o pelean. Y si deciden luchar, no esperes que sean una presa fácil. De hecho, se han conocido casos de avestruces que han acabado con un león con un golpe certero con sus garras.

6. TORTUGA vs. GALÁPAGO.

Bueno, técnicamente no es incorrecto meterlas dentro de la misma especie, pero la gente no suele ver diferencia alguna entre ambas, por lo que es la oportunidad perfecta de hacer ciertas aclaraciones. Los galápagos suelen vivir en la tierra, mientras que las tortugas viven toda su vida en agua excepto para poner huevos.

Se puede apreciar su principal diferencia si nos fijamos en sus pies: los galápagos tienen los pies redondos y con garras para poder caminar, mientras que las tortugas tienen patas palmeadas para nadar mejor. Así que, si realmente quieres parecer intelectual, llámalas "Quelonios", que es el término que se refiere correctamente a todas las especies de tortugas y galápagos.

7. LOS KOALAS SON OSOS.

Si nos adentramos en el tema de animales mal etiquetados, estos pequeños y adorables marsupiales de Australia se llaman simplemente Koalas, no Osos koalas.

Sí es verdad que se parecen a un osito de peluche, pero no están relacionados en absoluto con dicha especie. Los Koalas son marsupiales, por lo que están emparentados con el Diablo de Tasmania y el Canguro, mientras que los osos son úrsidos, una especie totalmente diferente.



8.  EL BRONTOSAURIO FUE UN DINOSAURIO.

A muchos niños les encantan los dinosaurios, y esa pasión suele perdurar incluso en la edad adulta, aunque con menos entusiasmo, por lo que suelen recordar los básicos, como: Tiranosaurio Rex, Pterodáctilo y, por supuesto, Brontosaurio.

Pero existe un pequeño problema y es que éste último nunca existió. Fue un simple caso de doble etiquetación que duró mucho tiempo. Eso ocurrió durante la famosa "Guerra de los dinosaurios". Los paleontólogos rivales intentaban continuamente superarse los unos a los otros, descubriendo ciertas especies varias veces, lo que hizo que el Brontosaurio no fuese más que un fósil de una especie previamente descubierta llamada "Apatosaurio".

9. NO TOQUES UNA CRÍA DE PÁJARO O LA MADRE LO ABANDONARÁ.

Si te encuentras a una cría de pájaro que se ha caído del nido, no dejes que este hecho interfiera en tu decisión de ayudarlo o no. Los pájaros no utilizan el olor para reconocer a sus crías, y aunque lo hiciesen, no encuentran a los humanos tan repulsivos como para abandonarlos.

Si te encuentras un día una cría de pájaro que necesita ayuda, es buena idea localizar su nido y ponerle dentro lo antes posible; pero es importante detectar primero si el pájaro realmente necesita ayuda. Las crías de pájaro normalmente se categorizan en dos tipos: Polluelos y volantones.


Los polluelos son muy pequeños, débiles y apenas cubiertos de plumas, incapaces de volar o agarrarse a algo, por lo que son vulnerables en el suelo y sí necesitan ayuda; mientras que los volantones son ya adolescentes y puede que se hayan dejado caer del nido voluntariamente para explorar su entorno más cercano, por lo que no necesitan ayuda en absoluto.

10. EL COLOR ROJO ATRAE A LOS TOROS.

Éste es un mito bastante antiguo, mucho antes de que existiese Internet, que ha pasado de generación en generación durante bastante tiempo. Es cierto que los toreros utilizan capas rojas para enfadar al toro y hacer que ataquen.

Sin embargo, los toros no atacan al color rojo precisamente. Ellos simplemente atacan. Podrías enseñarles rosa, verde, azul o amarillo con puntos púrpura y ellos atacarían igualmente porque a lo que reaccionan realmente es al movimiento y al sonido.

Cuando un toro se encuentra dentro del ruedo reacciona al sonido del ambiente hostil que se genera, lleno de gente gritando, y hace lo que haría cualquier otro animal, defenderse ante el miedo que le provoca la situación.

CONSEJO:

Antes de creeros algo ciegamente, solo porque lo diga Internet o un amigo, investigad primero sobre el tema porque puede darse la casualidad de que sea falso. Sed críticos con la información que encontréis y no os dejéis llevar por todo lo que os cuenten.

2 comentarios:

  1. Bonita entrada y buen consejo al final. En Internet escribe gente que no requiere de ninguna cualificación especial y no recibe revisiones de expertos.

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    1. Tienes toda la razón, de ahí la finalidad de esta entrada. Gracias por tu comentario Dios Duende :)

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